Poco a poco nos vamos haciendo predecibles, desde el consumo de contenidos, ritmos de navegación, ocupación del tiempo desde el ocio, el trabajo, la rutina, los miedos, los problemas… en fin, la vida misma. La inteligencia de máquinas, no solo perfila al usuario que viaja por todos los recursos que crea e indexa la compañía, sino que además lo lleva a tomar decisiones que terminan anulando el elemento sorpresa y el factor aleatorio, generando un conductismo.