Por estos días varios me han preguntado sobre los inicios de El Grifo, la mayoría como parte de su cuestionario para comenzar sus propios proyectos, para darse ánimo por una mala racha que están pasando, o clientes que después de una reunión de planeación quieren conocer un poco más sobre la marca a la que le están confesando sus estrategias.
Además de contarles las debidas etapas de estos 13 años con mi empresa, de notar que se me iluminan los ojos cuando hablo sobre, lo que me gusta llamar ¨los tsunamis nadados¨, disfruto ver que se interesan por el cuento que comenzó con una pregunta formulada por ellos, llevando así a una conversación que se disfruta desde todos los puntos de vista: la emprendedora, el que contrata, el que sueña y el que reflexiona.
Amo las conversaciones, me gustan sus tonos, las pausas, las risas, las reflexiones y las conclusiones que trae el simple acto de compartir ideas. En ellas los clientes, los amigos, los conocidos, los estudiantes revelan tanto de sí que terminan inspirando mi trabajo.
Y es que si hay algo que le gusta a la gente son las historias, ya hablar de cómo se les cuenta es otro asunto, pero justo en estos tiempos, donde abundan, el ser humano parece estar ávido de ellas; y quienes las creamos muchas veces olvidamos el recurso básico que las compone que son las emociones que surgen de una simple acción entre dos o más personas; olvidamos la humanidad de las historias para dar paso a recursos técnicos, tecnología, filtros, apps, animaciones que cautiven la vista, olvidando muchas veces el buen resultado que es el recuerdo, porque todos siempre recordamos una buena charla y nos gustaría repetirla, por lo tanto este debería ser el objetivo de cada publicación.
Volver a lo simple es una respuesta que siempre le doy a quienes me preguntan por un buen contenido: piensen en que las personas que reciben un mensaje por redes sociales, en sus correos, móviles y pantallas de centros comerciales y ascensores tienen abrumada su atención, sobre todo porque son pocos los que invitan a conversar… regrese a la conversación, la misma que ha evolucionado en comentarios y posts compartidos.
Esto obviamente obliga a conocer a quien se le propone la conversación, de ahí que mi interés siempre ha sido saber quiénes están en las redes de mis clientes, porque cada uno es inspiración pura; desde sus anhelos, sus críticas, sus pesares, sus opiniones, sus miedos, sus metas cumplidas, eso que les hace sentirse orgullosos; es así como me obligo a pasar de la enunciación (que es el vicio de la mayoría de contenidos) a la conversación, a formular una pregunta, que tenga el mismo efecto que logro cuando hablo con mis clientes, asesorados y amigos: ¨Tenemos que repetirla, cuándo nos volvemos a ver¨.
La conversación en las distintas redes
Twitter: no solo es redactar el mejor tweet para la audiencia que le sigue, tenga en cuenta las acciones que más hacen crecer en esta plataforma; todo comienza con un Me gusta, dar una respuesta y el retweet más exitoso es el que implica una mención de su parte… el que menos logra crecimiento es el apático y básico retweet.
Instagram: las historias tienen el mayor número de vistas, pero lo que puede lograr mayor crecimiento es la transmisión en vivo, precisamente porque incita a la conversación, las personas se sienten en contacto directo con la cuenta que transmite el mensaje, tienen la sensación de que su comentario se puede leer en tiempo real, lo que no ocurre con el que se deja en la foto del timeline.
Facebook: aquí la historia no es tan exitosa, pero la transmisión en vivo es incluso más influyente que en Instagram, por las mismas razones, la conversación conecta a los usuarios en torno a una temática, potenciando la relación tribal que suele caracterizar a esta red social. El crecimiento orgánico, por publicaciones en la biografía, está casi anulado, lo que significa $$$.
E-mail marketing: no es una conversación, pero sí puede ser la cita pendiente para tener una, siempre y cuando proponga temas que sean de interés para quienes reciben el mensaje. Recuerde que el asunto que formula una pregunta suele generar mayor apertura de correos.
Whatsapp: es conversación pura, es la inspiración de quien la creó, es su naturaleza. De ahí que los grupos se potencien y se identifiquen con nombres que le darán el tono a las conversaciones que allí se generen y el perfil de quienes se inviten a participar, por algo ya se está dando el paso de prueba a las videollamadas grupales, toda una reunión de amigos, colegas y clientes.
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