Como siempre Werner Herzog logra a partir de su confesable curiosidad llevar el tema de Internet más allá. Un documental que recomiendo por superar la veneración o satanización de Internet.
Llegaremos al punto de hacer tweets con solo pensarlos, ¿comprendemos realmente la revolución de este entorno? Preguntarse sobre si Internet es buena o mala no tiene sentido, es como si se hiciera la misma pregunta sobre la electricidad.
Netflix ya lo tiene para Latnoamérica y puede ser una oportunidad para entender el sistema antes de meterse con sus millones de herramientas.